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Yo fui Lorena Bobbitt

Hace 27 años, en Manassas, VA, Estados Unidos Lorena Bobbitt le cortó el pene a su marido, tras cuatro años de casada y sometida a una violencia brutal. Fue noticia en el mundo entero, pero se escuchó solo una parte de la historia, nadie puso atención a la situación de violencia doméstica y abusos sexuales que Lorena Bobbitt sufría.


Próximamente se estrenará la película “Yo fui Lorena Bobbitt”, un testimonio, donde relata su verdadera historia, mostrando todas las formas de violencia que ejercía su marido. Podría haberla matado, reaccionó, se salvó y desde entonces, tras enfrentar juicio en una época en que no se hablaba de violencia de género, se dedica a ayudar a sobrevivientes de violencia doméstica y abuso sexual.

“La violencia doméstica está centralizada en el poder y el control sobre una persona. En este caso, mi esposo utilizaba muchas tácticas. Intimidación, abuso psicológico, amenazas, golpes y también agresiones sexuales. Hace casi 30 años, la idea de violación intramarital no existía”, relata Lorena convencida de que si desde el principio se hubieran enfocado en la historia de violencia y abuso sexual que ella ya había denunciado 6 veces, todo habría sido diferente.

"Es algo cultural que todavía tenemos que cambiar” señala hablando sobre la creencia del “deber marital”, resaltando que muchas mujeres no distinguen la violencia sexual dentro de la pareja porque creen que es “su deber de esposas” estar disponibles para tener relaciones sexuales cuando el otro quiera. Esto tiene mucho que ver con la educación y tiene que cambiar. Para ello debemos hablar abiertamente con nuestras hijas y con nuestros hijos desde chiquitos, porque la educación empieza en casa”.


Al igual que todas, Lorena creía que él iba a cambiar y lo perdonaba, cayendo en el circulo vicioso que ya conocemos. Hoy nos dice: “No quiero que otra persona sufra lo que yo sufrí como víctima de violencia doméstica. Necesitamos salir de ese tabú, de ese estigma que tenemos de contar nuestra historia cuando somos victimizadas. Es crucial que empecemos a hablar de esta situación… para proteger a las mujeres del femicidio y del abuso sexual. El silencio ya no es una opción.”


No solamente fue victimizada por su esposo, “la persona que tú crees que te va a querer muchísimo… por eso te casaste”. También fue victimizada por los medios de comunicación. El juicio fue durísimo, la defensa de él habló de “rabia”, de “venganza”, de “justicia por mano propia”. La de ella habló de una mujer abusada durante años con síndrome de estrés postraumático y ansiedad extrema.

Lorena Bobbitt logró salir de esa fase de “anestesia” en la que vivió “sin fuerzas, sin esperanzas” y se convirtió en una activista por los derechos de las mujeres. Entregó su vida a la fundación desde la que ofrece educación para que mujeres, adolescentes, niñas y niños no queden atrapados en la violencia doméstica y el abuso sexual.

La película muestra cómo la violencia siempre va creciendo: todas las alertas que no se ven y que nunca es sólo física. No había Internet en esa época y nadie hablaba de violencia doméstica en voz alta, hoy la situación es otra y tenemos este recurso para compartir y apoyarnos mutuamente.

Recomendamos ver y difundir la película “Yo fui Lorena Bobbitt” con el ánimo de abrir los ojos, tomar conciencia y educar. Se estrenó en mayo en Estados Unidos y DirecTV a través del canal Lifetime Latinoamérica la traerá a nuestra región.





 
 
 

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