El ombligo del mundo
- En voz alta
- 16 nov 2020
- 3 Min. de lectura

La psicopatía no es una enfermedad, es una forma de ser, no tiene cura.
L@s psicópatas son seres huecos, vacíos, solo sienten entusiasmo e ira. Son grandes ególatras, narcisistas por excelencia.
Son personas que generan gran tensión en quienes los rodean; tienen una falta total de empatía y son incapaces de ponerse en el lugar del otro. Esa incapacidad de sentir los hace percibirse diferentes, superiores, “el ombligo del mundo”. No les interesa las consecuencias que sus actos puedan tener sobre los demás o si nos hacen daño porque para ellos somos “cosas” para ser usadas.
Usarán todos los elementos que puedan para manipularnos, para que hagamos lo que quieren, para doblegar nuestra voluntad. Son personas peligrosas y muy destructivas. Estos seres no cambian nunca, son así. Las terapias no dan resultados con ell@s, por el contrario.
Son muy difíciles de detectar porque andan “disfrazad@s” de gente común; van por la vida como animales depredadores a la caza de su presa. Gracias a esa capacidad de “disfrazarse” pueden parecer un empresario muy destacado en su trabajo o la vecina perfecta. Pero en realidad solo actúan de persona común, aparentando ser personas maravillosas... seductoras.
En la etapa inicial l@s psicópatas resplandecen, son encantadores, nos deslumbran, nos fascinan. Avanza la relación y de pronto desaparecen para luego reaparecer tranquilamente. Este comportamiento, que no se entiende, no es más que una maniobra. Suelen usarnos como “fachada” de familia que le permita insertarse mejor en el área de su interés y escalar socialmente. Nos hacen sentir especiales, que somos el amor de sus vidas y tan pronto puedan tratarán de tener un hijo para “atarnos” y tener más poder de manipulación.
L@s psicópatas son artistas de la mentira, siempre están mintiendo para conseguir lo que quieren. La relación que establecen con cualquier persona es utilitaria. No quieren a nadie, sea pareja, padres, hijos, son todos “objetos” de uso; no sienten culpa ni responsabilidad por el daño que hacen. Con el tiempo, en casa se volverán insoportables. al principio no son personas bruscas ni violentas.
Ell@s no tienen amigos, solo conocidos, relaciones de contacto (todas utilitarias). Tratarán de aislarnos, disimuladamente. Muy muy despacio a lo largo de la relación comienza la desvalorización, socavando nuestra autoestima. Nos van “drogando”, “anestesiando” y dejando sin capacidad de reacción. Siempre tienen razón y si algo sale mal los demás tienen la culpa.
Aman el poder y el dinero, que les permite manipular mejor. Asumen riesgos desmedidos y no tienen escrúpulos. Todo gira en torno de ell@s, son muy persuasiv@s e inescrupulos@s.
Pueden pasar años antes de darnos cuenta que nuestra pareja es un/a psicópata. Si esto sucede es muy posible que terminemos con una enfermedad muy fea, tipo cáncer, por el estrés vivido. Por lo general son ell@s quienes cortan el vínculo; si somos nosotros quienes tomamos la decisión de separarnos debemos prepararnos para una dura batalla, porque nos harán la vida imposible.
Para salir del abuso debemos poner mucha fuerza de voluntad y tener muy claro que queremos dejar de ser sus “esclav@s” porque buscarán una y mil formas para hacernos volver a caer en sus redes, incluyendo regalos que por supuesto después nos reclamarán.
Podremos salir cuando estemos realmente dispuest@s a establecer “contacto cero” porque nos conocen demasiado bien y siempre sabrán manipularnos. Para salir necesitaremos apoyo adecuado, contención, y mucha paciencia con nostr@s mism@s para asumir que estamos frente a un “monstruo”. Será difícil porque nuestra familia, allegados y amigos muy posiblemente se habrán alejado, producto del sutil trabajo del(a) psicópata.
¡Aún así es lo mejor que podemos hacer por nosotr@s, la mejor decisión de nuestras vidas! Solo el tiempo ayudará a sanar.
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